Los implantes dentales son pequeños tornillos de titanio (u otro material biocompatible) que cumplen con la función de las raíces originales de los dientes perdidos. Se integran por completo a la boca de forma natural con el resto de los tejidos. Sobre los tornillos, se colocará la prótesis dental o corona, que imita la estética natural del diente.
Los implantes pueden ser unitarios, para sustituir una única pieza, o implantes dentales múltiples. Además, cuentan con numerosas ventajas: son naturales, su limpieza es prácticamente la misma que la del resto de nuestra dentición y son la opción más segura para recuperar los dientes perdidos.
En Marín Portillo ofrecemos las técnicas de las que hablaremos a continuación:
1. Implantes de carga inmediata: consiste en la colocación de un implante provisional en un periodo máximo de dos días. Esto supone un ahorro de tiempo respecto a las técnicas al uso y permite una mejor osteointegración y cicatrización de la encía. Puede realizarse en un solo diente o en toda la boca. Después de un periodo de cicatrización de entre 3 y 6 meses, se coloca el implante definitivo.
2. Implantes de prótesis fija: se trata de una prótesis fija que se sujeta a los implantes. Es la opción más parecida a los dientes originales, puesto que no se mueven y no puede ser retirada por el paciente. Está fabricada de materiales muy resistentes y tiene unos resultados excelentes.